En una clase de geografía e historia, pidieron a los alumnos hacer un listado de las 7 maravillas que, a su juicio, había en el mundo. De las respuestas que hubo se hizo un listado con los monumentos más votados y fueron éstos:
Las Pirámides de Egipto, la Torre Eiffel, la Gran Muralla China, el Taj Mahjal, el Coliseo de Roma, el Machu Pichu y Petra.
Sin embargo, hubo dos respuestas que, al leerlas, todos los alumnos habrían suscrito inmediatamente. Estas dos respuestas venían de dos alumnos que se sentaban juntos y que, por lo visto, se habían copiado. La una decía así:
"Para mí las siete maravillas del mundo son: poder probar, poder ver, poder oír, poder reír, poder llorar, poder amar y poder equivocarse".
La otra respuesta, según su autor copiada, decía así:
"¿Por qué siete? Con tantas como hay..."